31 oct 2008



No hay tal crisis. Una dice no hay tal crisis mientras tira un par de platos al piso. Una dice no hay tal crisis y se ríe con su mejor cara de bolida. Una dice no hay tal crisis y saca un turno en la peluquería. No hay tal crisis y te pones kilos de tapa ojeras. Una vez que aceptas que la crisis es tal crisis estas preparado para aceptar que hay tal crisis. Una dice no hay tal crisis y rompe lo que tiene a mano. Una dice no hay tal crisis y hace steps como loca. Una pone su mejor cara de bolida y dice no hay tal crisis, pero tarde o temprano llega el día en donde la crisis tiene el tamaño de una estría y ahí hay que aceptarla. Se puede negar la crisis un día, un mes, un año, pero llega ese día en que la crisis te explota en la cara. Atravesar la crisis es como pasar el pelo por agua oxigenada, te saca el problema de raiz. Cuando llega la crisis uno cree que es el final, que se termina todo. Pero en realidad ahí empieza todo. Atravesar una crisis es como pasar por un buen cirujano plástico. Sos la misma pero distinta. Dan miedo las crisis. Uno le teme a lo desconocido casi como un mal peluquero. En chino, en japonés, en coreano, en tailandés, en algún idioma oriental, crisis significa oportunidad. Las crisis son como los años. Te sorprenden y no te queda otra. Hay que enfrentarlos y llevarlos. La crisis es un viaje de ida, pero también puede ser un viaje de vuelta.

(casi angeles, Malvina-)